miércoles, 11 de abril de 2012

Nos pasa a todos...

Durante mis vacaciones de verano, le dedico un tiempo a la lectura sin obligación. Elijo novelas históricas (son las que más me atrapan). Tambìen leo el diario de “papel” y revistas!!
Allì fue donde me empecè a meter en un tema de actualidad como era (y es porque todavía sigue el conflicto), los disturbios sociales de Famatina. Imàgenes tremendas de la policia enfrentada a un pueblo entero. Se oponían a la megamineria (minería a cielo abierto). La verdad es que no estaba al tanto de esto y empecé a buscar más información.
Miren este video que nos cuenta (mejor que yo, seguro) en que consiste y que impacto provoca sobre el ambiente y la salud del hombre.






Pasaron algunos meses desde aquellos hechos. Sin embargo, esta semana me encontré con un artículo publicado en el diario Pagina12, "Un documento anticontaminante"
que nos muestra una denuncia realizada por un grupo de cientificos de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), apoyada por docentes, estudiantes, no docentes y graduados. 

Allì se denuncia el modelo extractivo, de la megaminería y al modelo agropecuario. También solicitan al gobierno nacional que “frene las acciones represivas sobre los movimientos sociales” y le piden que “asuma la responsabilidad de garantizar la plena vigencia de los derechos humanos”.

Ellos sostienen que existen pruebas científicas acerca de los daños que provocan a la salud de los ecosistemas y por tanto de los humanos.
Durante el 201, la facultad, fue sede del Congreso Latinoamericano de Salud Socioambiental, donde medio centenar de investigadores aportaron estudios científicos y casos concretos de la afección en la salud en zonas con monocultivo de soja.
Vuelvo al principio de esta publicación para recordar la pueblada de Famatina, en el mes de Enero y los cortes en Catamarca, en protesta a la megaminería, la cual, según los cientificos  identifican como posibles fuentes de contaminación a los cráteres en las montañas, las pilas de lixiviación, los escombros removidos y los diques de colas (grandes piletones que hacen de basureros mineros). “La actividad minera que se desarrolla a cielo abierto daña severamente el ambiente y en consecuencia a los seres humanos y sus comunidades

El avance en nuestros territorios de modos de producción altamente contaminantes, como ser la agroindustria transgénica dependiente de tóxicos, la minería a cielo abierto, la fabricación de pasta de celulosa, la producción de aceites vegetales, la extracción de petróleo. el documento enumera como parte de un mismo modelo a las concentraciones urbanas, los agrotóxicos y transgénicos, la minería y pasteras, represas y centrales nucleares, contaminantes químicos, biodiversidad diezmada, destrucción de territorios y “poblaciones en franca diáspora despojadas de los bienes comunes.
Nos alerta como este modelo extractivo de agua, fósforo y nutrientes de nuestros suelos, así como de incrementos siderales en los volúmenes de agrotóxicos a utilizar y con los que se rociarán a nuestras comunidades”, nos afectan y afectarán nuestro ambiente y por lo tanto nuestra salud.

En contraposición a tantas pruebas, los empresarios nos prometen mayor producción de alimentos para acabar con el hambre.


Si bien vivo muy lejos del lugar, no puedo dejar de pensar en el daño que se está provocando. Tenemos que tomar conciencia que es nuestro lugar, nuestra salud.